No encontrarás a un árbol creciendo a la mitad de la estatura a la cual es capaz de llegar, ni a un león comportándose con menos ferocidad de lo que fue creado para ser. Entonces porque nosotros, no nos permitimos perseguir aquel sueño, aquel regalo único al cual estamos llamados a servir. Al igual que un árbol que se levanta hasta las alturas a donde está llamado a llegar, nosotros debemos saltar tan alto como podamos en esta vida.

Y sii…no será fácil llegar a ese lugar que tanto soñamos, a compartir con el mundo ese regalo único que tenemos, cuando no tenemos ni una prueba de que somos capaces de lograrlo, cuando vemos todas las adversidades a las cuales nos enfrentamos, cuando se nos pide que creamos en algo que aún no hemos visto.

Pero te recuerdo que ese árbol que está erguido, que luchó contra las condiciones de su ambiente, que llegó a ser todo lo que estaba llamado a ser… comenzó por ser una simple semilla.

Una semilla que cuando comenzó su vida no era nada, pero que sin saberlo dentro de ella llevaba todo lo que algún día podría llegar a ser. Una semilla que necesito de paciencia, trabajo, resiliencia, amor, perseverancia para poder poco a poco ir tirando raíces y tener la fuerza suficiente para romper el piso y crecer hasta lo más alto.

Por favor…No dejemos que se nos escape la vida, viviendo por los sueños de alguien más. Somos tanto más de lo que vemos y creemos posible, dentro de nosotros hay un regalo único el cual estamos llamados a compartir con el mundo y solo tu eres capaz de desatar ese potencial incalculable que llevas por dentro.

No dejes pasar tu vida sin perseguirlo, no le niegues al mundo la posibilidad de conocer todo lo que estás llamado a ser, porque eres y siempre serás el único encargado de sacarle a la vida todo lo que tiene para ti y créeme… (créeme..) que el mundo te agradecerá por mostrarle todo lo que realmente eres.